Tecnología, salud, negocios disruptivos o, simplemente, la alimentación concentran las apuestas de inversión que tras las fuertes subidas, prometen más alzas
Los manuales de Bolsa están repletos de advertencias sobre la inconveniencia de invertir en los valores que más han caído. Los menos preparados en la inversión bursátil confunden caída con baratura en el precio, pero no siempre es así. En la psicología del inversor también existe el fenómeno contrario: el mal de altura, que consiste en alejarse de las acciones que ya registran fuertes revalorizaciones. Incluso hay refranes al uso como aquel de que “el último duro se lo lleve otro”. ¿Pero era realmente el último euro?